Hamburguesas e inteligencia

Listening to: Joan Osbourne – Make You Happy.

“Todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos las mismas cosas”
Uno de los errores mas comunes es creer que la inteligencia es algo medible, clasificable o comparable.

Anoche estaba en un bar con un amigo perdido entre la carne de la haburguesa mas apestosa que he probado en mucho tiempo y una cerveza engrasada (calculando la cantidad de veces que se nos cayeron de las manos) rompiendo la regla de que en moto no se pistea, y mientras escuchabamos musica ligera (la cancion, no que la musica estuviera light) y mi amigo se ponia existencialista (algo que ambos tenemos bajo el efecto de la buena musica) llegamos a la conclusion de que hay una relacion directa entre lo que somos y lo que hacemos, mas concretamente entre nuestras facetas.

No puedo dejar de pensar como ingeniero por haber dejado la escuela (por ahora) ni tampoco dejar de considerarme como uno. No puedo dejar de amar los numeros y las formulas que hacen mi platica incomprensible para muchos, pero tampoco puedo dejar de odiar las formulas que a veces no entran en mi capacidad de raciocinio.

A veces me pregunto si realmente es mas inteligente el alumno ejemplar de (digamos) ingeniería mecánica que conoce la teoría y las formulas a la perfección en comparación con el mecánico automotriz que decidió entrar a la universidad porque cree poder mejorar X o Y elemento que creo un ingeniero y que le causa problemas reparar. Recuerdo una escena de Armageddon en la que un grupo de técnicos le piden a Bruce Willis que le digan el error en la manufactura de sus excavadoras y el les dice que todos los componentes están ensamblados al revés... pero nunca se dice que Willis sea un ingeniero. Por el contrario, dan a entender de que de todos ellos solo el peor, mas emocionalmente inestable y ademas el mas puerco (Rockhound) tiene un titulo. Mi punto? Tener un papel no te hace inteligente, carecer de el tampoco te hace tonto y como aplicas lo que sabes es mas importante que la cantidad de datos que acumulas.

Nadie dijo que fuera facil ser un ingeniero hipster que usa formulas underground la mitad de efectivas y 4 veces mas largas y complejas que las tradicionales... digo, todos conocemos F= ma, pero cuantos conocen a= BF m, que es la misma cosa? Creo que solo Miriam la conoce entre mis contactos de facebook y blogger.

Mi relacion con los numeros es como mi relacion con muchas personas, y no porque me agraden dejo de intentar fastidiarlos. Esa es la historia de mi vida en resumen. Eventualmente tanto las personas como los numeros me pasan factura, lo mismo que la policia del karma (pinche cancion odiosa) y eso fue lo que paso anoche: llegue a mi madriguera dandome cuenta de que aun me falta mucho camino por recorrer y de que tengo mucho tiempo recorriendolo pero tomando ciclicamente una desviacion (siempre la misma desviacion, de hecho) marca distribuidor vial que se vuelve una cinta moebius de estupidez.

Es tiempo de que salga de ese camino. Es tiempo de renegar de aristoteles y su retorica y de que vuelva a socrates y su dialectica. No encuentro otro camino que me pueda llevar hacia la cima. La busqueda de la felicidad puede esperar. La busqueda de la verdad no. Socrates murio convencido de ello (aunque podemos culpar a parminides) y si bien no soy un filosofo entiendo que la verdad es, contrario a las posturas sofistas, un factor absoluto. No relativo.

El cerebro es un órgano, pero trabaja como un musculo. Se le puede entrenar, se le puede dopar, pero sobre todo, puede desgarrarse si se excede el limite de sus capacidades sin darle el tiempo de llegar a un nuevo limite, es tiempo de que mi cerebro haga algo de ejercicio y me saque de ese camino, que haga ejercicio... y con las nuevas mancuernas que me prestaron-regalaron, tambien viene el prestamo de un par de libros sobre algebra lineal y fisica aplicada, y un compromiso de mi parte de aprovechar ambos al maximo. Espero poder darle la misma atencion a mi cerebro que a mi fisico, porque todo de reduce a la gran dicotomia: Unos y ceros, correcto o incorrecto, exito o pifia... y yo quiero los primeros de todo.