sábado, abril 24, 2010

Las pequeñas satistacciones de la vida - Parte dos

Listening to: Richard Twang and His Cadillacs - Apache

A travez de los años he hecho muchas cosas de las que me he arrepentido, otras mas de las que no me he arrepentido pero me han decepcionado. Otras mas que simplemente no me enorguyecen pero las dejo fluir. Y de ese tipo de cosas es de las que quiero compartir el dia de hoy. De las cosas que de un modo u otro no nos hacen sentir orgullosos. Y no hablo de cosas eticamente cuestionables o que la sociedad clasifica como “malas”, sino simplemente cosas que nos dejan con una sensacion amarga en los labios y con una pregunta en la mente, Esa pregunta que es mejor hacer en ingles… “What if…?” Y uno de los What if que mas me hago es sobre los pequeños heroes anonimos, esas personas que realmente no hacen nada heroico, nada especial, pero que su mera presencia nos hace sentir bien, Esos que tal vez no nos pueden salvar la vida, pero si ayudan a que no perdamos la cordura.

Una frase que me gusta mucho es “Sabes, tu me recuerdas un poema del que ya no me acuerdo, y una canción que nunca existió, y un lugar al que no creo que haya ido nunca.” Es una frase de una pesima serie, pero me gusta.

Creo que muchos hemos sentido algo asi, la sensacion de que una persona es tan especial como para recordarnos cosas que quizas nunca antes sentimos, Personas que nos hacen experimentar mil emociones sin conocerlas, una sensacion infantil, superficial y quizas un poco estupida, pero una sensacion agaradable en fin. Una persona que quizas nos topamos cada dia, como un cajero de banco, una persona a la que quizas conocemos con uno solo de nuestros sentidos, como el caso de un locutor o un escritor, una persona que nos topamos rutinariamente en las calles, un cliente de nuestro trabajo… Y a veces sucede que tenemos, pero nos negamos la posibilidad de conocer a esa persona, que preferimos vivir con la ilusion, con la imagen idealizada de esa persona que quizas nos regala una sonrisa en un momento incomodo, con esa voz que nos acompaña en el camino al trabajo cada mañana, con ese texto en el periodico mañanero, Y es a esas personas a las que les dedico ese post, a las personas que solo son eso, personas tan comunes y corrientes como yo, y que sin saberlo alegran los dias de los demas con sus gestos de cada dia.

Me gusta sentir la emocion de poder ver, escuchar y leer a esas personas capaces de arrancarme una sonrisa, esas que me hacen escuchar lo que deseo oir, observar lo que deseo ver, los textos de sus manos y su mera presencia me alegra el dia, animandome a darme a mi mismo la oportunidad de cambiar al menos un poco de mi realidad. No se si me estoy explicando adecuadamente, pero lo siento como el volver a una epoca mas simple, a esos tiempos en los que la mejor solucion para todo era pedir perdon, cuando mi falta de urbanidad me permitia decir y hacer cosas que ya no me atrevo.

Quiero pensar que lo que hago alegra el dia de alguien, pero me basta con saber que tal vez asi es, porque saberlo con certeza implica al menos para mi una responsabilidad para con esas personas, y nunca he sido bueno haciendome responsable. Gracias a todos mis lectores, Aun estoy pendiente con mis otros dos blogs, pero no he tenido oportunidad para redactar mis relatos y mucho menos para traducir mis post actuales.

Se despide de ustedes, Veec.

3 comentarios:

lorena85 dijo...

Recuerdo la frase, pero ¿De que serie es?

Veec dijo...

@lorena85: La frase la dice Abraham Simpson en un episodio en el que conoce a la Señora Boubiere, la madre de Marge.

Unknown dijo...

Creo entender a que te refieres, son no nada mas las personas que te ponen una sonrisa en la cara sino tambien los pequeños detalles que a veces uno no ve: como las flores silvestres (esas floresillas amarillas especialmente)o ver la lluvia cuando cae en un charco o las hojas de otoño. No se, leo lo que escribes y tambien me remonta a esos detalles que yo especialmente disfruto sobremanera.